lunes, 27 de junio de 2016

VI

 Nos preocupamos de tantas cosas... De cómo actuar para no hacer daño a los demás, de actuar como el resto, de no actuar como el resto, de ser uno mismo, de las modas, de las personas que amas, de las que pierdes... Todos estos problemas llenan nuestra mente, nos invaden y nos mantienen tan ocupados que no puedes pensar en vivir.

 Cuando te vas a dormir esos problemas descansan contigo para volver a despertar a tu lado. No deberíamos intentar planear una vida completamente feliz. Sin tristeza no hay alegría y son ambas las que nos hacen sentirnos vivos, las que hacen que podamos diferenciarnos de los muertos.

 Admitamos que las preocupaciones de este calibre son meramente secundarias en nuestras vidas y que somos muy efímeros en el tiempo. Somos nosotros mismos los que nos provocamos problemas únicamente por sentirnos aburridos y querer llenar nuestro día a día de alguna forma. Dejémonos llevar más y dejar a la tristeza y a la alegría llegar cuando tengan que llegar. Simplemente ser.

                                                    J.M.González

Tarraco

Tus aguas en calma
y tu catedral en alza.
Ciudad embotellada
por un hechizo
el cual me has transmitido.

Llegué ilusionado
y parto en llanto.

Enamorado de tu magia,
de lo vivido,
de tus secretos escondidos...

Tarragona, Tarraco,
me has conquistado.

                J.M.González

sábado, 4 de junio de 2016

Árbol suicida

Aquellas primeras pequeñas yemas
que asomaban tímidas a la luz
dando vida al desolado planeta.

Esa copa repleta de lentejuelas
verdes espejos del brillante sol,
bañabas tu reflejo de belleza.

Oh! Ese sinuoso y susurrante silbido
sonsacado por el soplo sobre tu rostro
arrastrando tus sílabas hasta mis oídos.

Comenzaron los piares,
alegres e incansables,
anidabas la vida de tus lares.

¿Qué pasó?
¿Qué cambió?

Diste vida a un monstruo,
niño mimado y caprichoso.

Tus hojas,
sus alcobas.

Tus frutos,
sus productos.

Tu piel,
su papel.

¿Qué es de ti?
La sombra que ví.

Carbón y ceniza,
recuerdo de vida.

               J.M.González

Alma en llamas

Se quiebra la Tierra
cual árbol de cenizas,
se abre una brecha
en la región maldita.

Tanto verde inútil
cubierto por un rojo ardiente.
Un azul ahora negro,
guadaña de muerte.

(¡Auxilio!¡Ayuda!)
Gritan los pecadores.
Infierno terrenal
pagando justos
por sus errores.

Corrupto, pasivo,
quebrado, sin juicio,
reflejo de mi alma
el mundo que narro
herrante en calma.

                    J.M.González