sábado, 29 de noviembre de 2014

Abuelo marinero

Navegante entre cielo y mar
aún la tierra no has abandonado,
pues entre corazones te gusta navegar
de personas que continuas cuidando.

A tu hora tuviste que zarpar
hacia un mar muy lejano.
Con viento y marea te dejas llevar
sin a tu casa poder regresar.

No te conocí en profundidad
pero tus historias no cesan de sonar:
Tenías corazón tal
que no podías dejar de amar.

No tuviste vida fácil
pero rico fuiste
pues sonreías con gracia grácil
que hasta al más humilde ofreciste.

Navegas libre
por los mares del cielo
y de nosotros,miles
te echamos de menos.

                J.M.González

Estrecho pasillo

Cabeza alta
para entrar en el pasillo
sabiendo cuanto dañan
golpes de cuchillos y martillos.

Comienzas el camino
inhibiendo tus sentidos,
te evades de tu cuerpo,
eliminas tus pensamientos.

Dejas de ser tú
y te preguntas quién eres.
Dejas de ser tú,
a ellos ahora perteneces.

Momento de debilidad
te obliga a bajar
y dificulta a tu inhibición
poder regresar.
Con consciencia
observas tu sangre derramar.
En tu cara la desesperación
comienza a reflejar.

                       J.M.González

domingo, 23 de noviembre de 2014

Amor, odio y paz

Sucio, pobre y orgulloso
camina despreocupado
mirando todo con asco,
enfadado e insultando
a cada paso.

Remilgado, trágico y dramático
en si se cierra,
llorando en su ático
a solas, escribiendo
en un papel mundos mágicos.

El romántico en el café
conversa sobre política y fé
cuando el punk entra
cual pistolera en taberna.

"¡Estirado deprimido,
levanta de mi sitio!"

"El sitio te cedo
pues no lo merezco."

Se vuelve a las sombras
con filosofía filantrópica,
preguntándose si el compañero
se confunde al juzgar
a todo el mundo entero.

Irrumpe de nuevo el punk
y su ático comienza a reclamar.
El romántico no puede pensar
más que con su vida acabar.

Cuando ya no puede más,
una luz les ciega y calienta,
la luz de la paz.

Entre flores desciende
y al punk y romántico
les dice amablemente
que tiempos mejores vienen.

                        J.M.González

domingo, 9 de noviembre de 2014

IV

¿importo siquiera al mundo cuando yo mismo me abandono?¿Puede ser amado alguien que ya no siente nada? Cuanta inocencia tuve, inocencia que me fue arrebatada y frente a mis ojos destrozada. Cada daga asestada en mi corazón me iba corroyendo hasta dejarme sin amor, sin sentimientos, sin vida ni pasión. De un ser que no paraba de soñar paso a observar. Me siento en mi silla, observando como la gente entra y sale de mi porche. No les invito a pasar pues la casa está vacía. Paso interminables días y duras noches, esperando a cuando la vayan a embargar, deseando ese día poderlo adelantar sin hacer a nadie desesperar. En mi amplia silla hay hueco para muchos más pero no se pueden sentar. 

 Ya no pienso que pueda encajar. No estoy hecho para vivir en esta sociedad. No estoy hecho para vivir solo, ni con los demás.

                                                     J.M.González

viernes, 7 de noviembre de 2014

El circo de la locura

Payasos,vueltas,
truenan las trompetas
en la fiesta
de mi cabeza.

Cabriolas rimbombantes
ruedan recorriendo
recónditos lugares.

Serpientes de serpentina
suben y silban
señalando alegría.

Payasos,vueltas,
truenan las trompetas
en la fiesta
de mi cabeza.

Cuántos curiosean
cerca del circo.
Longeva locura
para quien lo ha visto.

Eternamente educa
en la mágica locura.

              J.M.González